Se ha ido, y no me ha
dicho ni adiós,
quizás no lo sepa, pero
se ha ido,
y no ha dicho ni adiós,
ni un triste giro de
cabeza,
ni un guiño,
ni una mano levantada.
Nada.
A mayos y truenos, se ha
ido,
y se ha llevado el mes
por delante,
a cuestas, como si no
pesara,
y ni se ha girado a
verme,
no ha dicho ni adiós.
Quizás es que no pensó en
decirlo,
quizás es que no supo cómo
hacerlo.,
pero se ha ido,
y no ha dicho ni adiós.
Y me ha robado mayo,
y me ha dejado con los
truenos,
y yo sigo buscando la
tormenta
donde poder abandonarlos.
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