Está cerrado por
defunciones,
muertas erran las
emociones
en viejo barco de vela
raída
a destino incierto, solo
de ida,
navega sin afán ni querer
de mi voluntad a tu
torcer,
la yerma realidad que
escucha
los sonidos de la
incesante lucha,
que en mi se está
batallando
y que todo mi cuerpo anda
aquejando:
muerta la bestia y vivo
el recuerdo
cada una de tus memorias
yo muerdo
e intento en ti, marchita
cumbre, no pensar,
aunque en el fondo no pueda
evitar
darte el trono de sueños
quebrados
esos que habían sido tan
amados
y que en mil trozos
estallaron
o de mi corazón los
robaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario