lunes, 10 de agosto de 2015

Camino

Y desnudos nacemos, y en ropa nos quebramos,
peleamos minuto a minuto y escondemos las llagas
siguiendo por la larga marcha a un destino cierto,
y por el camino,
 nos olvidamos del fin y nos centramos en el sendero
olvidando que es el andar mero trámite,
y arrastramos los pies, como si nos costara,
o los levantamos demasiado, entornados al cielo,
escupiéndonos los silencios y rodeándonos de soledades,
de esas soledades que tienes rodeado de gente,
y es que, hay veces
que cuanto más se nos acerca alguien, más solos nos encontramos.
Pero seguimos, e insistimos, como si nos fuera la vida en ello
y al final del camino dejáramos de respirar, nos tornáramos huecos
y dejáramos de existir, existir tal y como conocemos.
Así que, con negra bandera por enseña, le prenderé fuego al destino,
y que el camino, se ande solo, que si en este mundo de locos debo andar,
que sea a mi ritmo, con mis normas.
Y que se joda el resto.
Y que me jodan a mi también.

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