Quiero arrancarme las palabras de la boca
y lanzarlas al viento, para que se las lleve,
y así se me pasarán las ganas de hablarte,
de decirte
que incluso tus silencios me parecen bellos
y que espero sentado escuhchándolos
y saboreándolos.
Quiero arrancarme las imágenes de la cabeza
y lanzarlas al suelo, para que las entierre,
y así se me pasarán las ganas de imaginarte,
de soñarte
contándome las cosas más triviales,
con tu sonrisa por bandera,
y yo,
su cautivo.
Quiero arrancarme los suspiros del corazón
y lanzarlos al agua, para que se ahoguen,
y así no me falte más el aire,
y respire
sabiéndome dueño de mis deseos,
y no estar bajo su yugo,
aunque mi mayor deseo
seas tú.
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