Te siento en las llamas, y te noto el calor,
como si de una primavera se tratara
me has golpeado con todo tu sol,
y es como si el mundo floreciera
aunque la noche mande en nuestras vidas,
y los deseos, apagados, se encienden,
hasta tornarse hoguera bajo tu mirada.
y te pienso, y me siento,
y te siento, y me libero,
y me libero, de cadenas y atardeceres
que llevo a rastras por la vida,
y es que eres el fuego que todo lo quema
que renace de sus cenizas y se eleva
con su baile hipnótico de curvas contorneadas,
con las caderas como estandarte:
una antorcha en la oscuridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario